Hongos: un problema más frecuente de lo que parece

 

Los problemas de hongos son mucho más frecuentes de lo que pensamos. A  menudo, nos imaginamos problemas de toda la piel, como la ptiriasis pero habitualmente afectan solo a una parte del cuerpo muy concreta. Entre las infecciones más comunes destacamos las que afectan a los pies, a las uñas y a la zona íntima, especialmente la de la mujer, que suele tener este tipo de infecciones de manera más frecuente.

Hongos en los pies

Los pies son una zona del cuerpo propensa a contagiarse de hongos y no le faltan papeletas para ser candidatos. Para empezar, el ambiente en el que están la mayor parte del día, encerrados y con humedad debida al sudor, ya es propicio para que aparezcan los hongos. Pero, además, cuando se camina descalzo es la piel del pie la que entra en contacto con superficies por las que antes han podido pisar personas infectadas.

El pie de atleta es uno de los problemas de hongos en los pies más habituales y los gimnasios uno de los lugares en los que con más frecuencia se contagian. Para evitarlo, se recomienda el uso de calzado que ventile bien, no utilizar duchas públicas o vestuarios sin chanclas, ponerse siempre calcetines de algodón y secarse muy bien los pies después del aseo.

Si se notan rojeces, picores y/o descamación en los pliegues de los pies, especialmente en la zona debajo de los dedos, puede ser un principio de pie de atleta. Productos como Canespie Bifonazol son muy útiles en este caso para atajar el problema y hacer que desaparezca nada más notar los primeros síntomas. Si estos persisten habrá que consultar con el dermatólogo.

Hongos en las uñas

Los hongos en las uñas, principalmente en los pies, pero también en las manos, son también muy habituales. La humedad en los pies propicia que estos hongos crezcan y se hagan mucho más fuertes. Los hongos no solo afectan a la estética de las uñas, también interfieren en su consistencia. Una uña atacada por los hongos puede llegar a deshacerse convirtiéndose en polvo de manera inmediata.

Ante los primeros síntomas de hongos en las uñas hay que tratar para que el problema no avance y no se contagie a otras uñas. El tratamiento antihongos Scholl contiene no solo un fungicida, sino también una lima adecuada para ir limando la uña y así poder aplicar el tratamiento y que penetre más en el interior. Excilor también es un producto cómodo de aplicar gracias a su formato.

Si a pesar de utilizar estos tratamientos se nota que no hay mejora o que el hongo avanza hay que acudir al dermatólogo para que nos recomiende el mejor tratamiento para nuestro caso en concreto. A veces, acudir a un podólogo para que nos ayude es una buena decisión, ya que estos pueden limar la uña y tratarla por nosotros, haciéndolo de una forma mucho más profesional y evitando que podamos limar en exceso o causar más daños.

Hongos en la zona íntima

Casi todas las mujeres han pasado por una o más infecciones de hongos en la zona vaginal. Las causas son muy variadas. Por ejemplo, la toma de antibióticos. Los antibióticos no solo matan las bacterias perjudiciales para el organismo, también algunas de las que forman parte de la flora vaginal. Cuando esto ocurre, esta flora se desequilibra, pierde sus defensas y aparecen los hongos.

También pueden aparecer por unos malos hábitos a la hora de asearse o de limpiarse en el baño, que pueden hacer que algo de materia fecal se desplace hacia la vagina. Esto también pueden suceder con el uso de los tangas.

La aparición de hongos en la zona íntima femenina es fácil de detectar. Para empezar, hay un picor que no solo está en la zona exterior de la vulva, sino que también va hacia el interior de la vagina. Pero, además, suele haber cambios en el flujo que se vuelve blanco y más espeso.

Hoy hay tratamientos muy efectivos para tratar los hongos vaginales, como los comprimidos de Gine Canestén que se introducen en la vagina y consiguen eliminar la infección. En el caso de problemas de repetición es importante utilizar un gel que ayude a prevenir este problema.

Los hongos pueden contagiarse a la pareja durante las relaciones sexuales. En el caso de los hombres no suelen darse síntomas de la infección y esta desaparece por sí misma, pero es importante que si la mujer está contagiada él también se trate para evitar que una vez que ella se cure, vuelva a contagiarla de nuevo. Las cremas específicas son suficientes para eliminarlos por completo.

Si los hongos no desaparecen hay que consultar con el médico ya que puede haber algún problema relacionado con las defensas. El médico de cabecera valorará el realizar pruebas o remitir al ginecólogo.

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